lunes, 28 de septiembre de 2015

La Conquista...

La Conquista...

La diferencia entre un niñato y un hombre más que en la edad, radica en la seguridad con la que aun muerto de vergüenza, repleto de inseguridades y temblandole las piernas una persona se pone delante de mi y me muestra sus sentimientos como si mañana se fuera a acabar el Mundo, como si el primer beso fuera el último, jugándoselo todo a una carta, sintiéndose ya ganador por el hech...
o de intentarlo. Irse con lo fácil lo hacen los niñatos para sentirse campeones de la noche. Pero sólo un hombre sabe que lo que tiene precio se compra, mas lo que tiene valor se conquista. Los niñatos compran su autoestima con la primera que les ríe la gracia, con esa que saben de antemano que la respuesta es sí, porque la que le gusta de verdad la ve inalcanzable más que por recibir un no, lo cual puede pasar o no, por el miedo a recibirlo y lo que aun es más grave, por miedo a recibir un sí y no tener ni puta idea de qué hacer ahora. La realidad más profunda es que el niñato se va con la fácil porque tiene miedo de dar poco la talla con la difícil. La edad es sólo un número. La madurez y la hombría es una actitud de la que muchos presumen pero sólo lo son los que lo demuestran. Hay hombres de 20, de 30, de 40... como niñatos de la misma edad. Porque la madurez más que de años es cosa de experiencia y sólo puede tenerla aquel que con o sin miedo a cagarla se atreve a vivirla. Los niñatos se quedan quietos y se dejan conquistar por la que viene a reirles la gracia. Los hombres tienen claro la que les gusta y a quien aman y simplemente van y la conquistan. Tanto si obtienen un si como un no, esa mujer lo valorará toda la vida porque sabe que es un hombre de los pies a la cabeza. Y a las mujeres femeninas nos gustan los hombres masculinos. Cosa de actitudes más que de apariencias. Para gustos los colores.



Es muy lícito que a cada cual le guste una cosa u otra. Pero a veces me preguntan. Y esto es lo que me gusta a mí. A mí me gusta que me conquisten y ver la vulnerabilidad del hombre en sus ojos. Hay gente que confunde vulnerabilidad con debilidad y son totalmente opuestas. El vulnerable es aquel que con toda su hombría se acerca incluso muerto de miedo pero decidido, arriesgando y demostrando que aunque todo su castillo pueda desmoronarse si recibe una negativa aun así lo hace. Hay que ser muy valiente para hacer esto. El débil se reconoce porque rehúsa intentarlo porque mide su autoestima según lo que consigue. El vulnerable pero valiente mide la suya por los huevos que emplea sea cual sea el resultado final. El físico ciertamente tiene que entrar por el ojo, el corazón, la mente y el intelecto enamoran y dan continuidad a la relación, pero dejad de engañaros, lo que atrae, enamora y engancha, es la actitud. Es mi sentir. Si te gusta bien y si no vete a otro muro a leer y déjalo correr. Como he dicho antes, para gustos, los colores.

ME LLAMO INMA INFANTE QUINTERO Y SOY LA CREADORA DE LA DIOSA CRECIMIENTO PERSONAL. SI TE HA GUSTADO/AYUDADO ESTE ARTÍCULO, ¿ME AYUDAS A COMPARTIRLO? Dale un ME GUSTA a mi página si te ha aportado algo positivo. ¡GRACIAS!
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-Terapeuta de Bioneuroemoción/Biodescodificación. Formación completa y certificada por el ieBNE de Barcelona
-Master Coach Transpersonal

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